6.8.06

Entrevista a Chomsky y Rabbani sobre el conflicto de Libano

AMY GOODMAN: Nos alegramos de tenerle con nosotros. Bien, ¿puede hablarnos de lo que está ocurriendo ahora, tanto en Líbano como en Gaza?


NOAM CHOMSKY: Bueno, por supuesto yo no tengo información privilegiada, distinta de la que dispone usted o los oyentes. Lo que está ocurriendo en Gaza, por comenzar con eso (básicamente la situación actual en la que nos encontramos; hay mucho más) empieza con la elección de Hamás, a finales de enero. Israel y los EEUU inmediatamente anunciaron que iban a castigar al pueblo de Palestina por no votar lo correcto en unas elecciones libres. Y el castigo ha sido duro.

Al mismo tiempo, es parcialmente en Gaza, y en cierto sentido, -como escondido pero aún más extremo- en Cisjordania, donde Olmert anunció su programa de anexión, eufemísticamente llamada “convergencia” y aquí a menudo descrita como “retirada”, pero que de hecho consiste en una formalización del programa de anexión de tierras valiosas y de la mayoría de los recursos, incluida el agua, de Cisjordania, así como en una parcelación del resto, ya que Olmert también anunció que Israel ocuparía el Valle del Jordán. Bueno, pues eso se lleva a cabo sin violencia extrema y sin que se hable mucho de ello.

En Gaza por su parte, la última fase comenzó el 24 de junio. Fue cuando Israel raptó a dos civiles de Gaza, un médico y su hermano. No sabemos sus nombres. No se saben los nombres de las víctimas. Se supone que se los llevaron a Israel, y nadie sabe lo que ha sido de ellos. Al día siguiente ocurrió algo de lo que sí sabemos mucho. Militantes de Gaza, probablemente de la Jihad islámica, secuestraron a un soldado israelí, a quien se llevaron al otro lado de la frontera. Se trata del cabo Gilad Shalit. Y esto es bien conocido; el primer secuestro, en cambio, no. A esto siguió la escalada de ataques de Israel a Gaza, que no tengo que repetir. Hay información suficiente al respecto.

La siguiente fase fue el secuestro por parte de Hezbollah de dos soldados israelíes, dicen que en la frontera. La razón oficial que dan es que quieren que se liberen prisioneros. Hay unos cuantos, nadie sabe el número. Oficialmente, hay tres prisioneros libaneses en Israel. Presuntamente se echan en falta varios cientos de personas. ¿Quién sabe dónde están?

Pero la auténtica razón del secuestro, creo que en esto los analistas están por lo general de acuerdo, es que -se lo leo del Financial Times, que casualmente lo tengo aquí delante-: “La magnitud del ataque y la fecha escogida apuntan a que la intención era, en parte, reducir la presión sobre los palestinos forzando a Israel a luchar simultáneamente en dos frentes.” David Hirst, que conoce bien la zona, lo describía, creo que ha sido esta misma mañana, como un despliegue de solidaridad con la gente que sufre, el impulso de abrazarlos.

Se trata, ojo, de un acto muy irresponsable. Para los libaneses, puede dar lugar, sin duda, a mucho terror y posiblemente a un desastre extremo. En cuanto a si puede dar algún resultado, ya se trate de la cuestión secundaria de liberar a los prisioneros o de la cuestión primaria, es decir, de algún tipo de solidaridad con la población de Gaza, a mí me gustaría que así fuera pero las probabilidades no me parecen muy altas.


JUAN GONZALEZ: ¿Nos podría exponer su punto de vista sobre esta escalada del conflicto allí, y la posibilidad de que Israel se vea envuelto, una vez más, en una guerra contra el Líbano?

MOUIN RABBANI: Es difícil decirlo. No he oído los comentarios del profesor Chomsky. Sólo he oído una de cada seis palabras. Pero creo que Israel ahora, básicamente, por así decirlo, está intentando reescribir las reglas del juego y planteando unos términos nuevos para sus adversarios, fundamentalmente están diciendo que no se permitirán ataques de ningún tipo a las fuerzas de Israel, y que cualquier ataque de este tipo traerá consigo una respuesta severa que supone un riesgo para la infraestructura civil de todo el país o territorio del cual emane el ataque. A juzgar por lo que hemos visto hasta ahora, Israelmás o menos goza del consentimiento internacional, ya sea tácito o explícito. Y pienso que en este momento, hay una posibilidad real de que este conflicto se siga expandiendo hasta convertirse en un conflicto regional que tal vez incluya a Siria.

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