Otra noticia que no verás en los medios.

"Aldeas Infantiles SOS llora la trágica muerte de la Hermana Leonella Sgorbati, una italiana de 66 años que se encargó de establecer y poner en marcha la escuela de enfermería en el hospital SOS de Mogadiscio, que es el único en Somalia con una maternidad en funcionamiento y un centro de atención ginecológico.
El 17 de septiembre de 2006, hacia las 12:20 horas, la Hermana Leonella dejó su puesto de trabajo para dirigirse a la Aldea Infantil SOS, situada en frente del hospital SOS, cuando un hombre armado abrió fuego contra ella y su guardaespaldas. El guardaespaldas murió al instante, mientras que la Hermana Leonella falleció poco después en la sala de operaciones del hospital SOS.

"La familia mundial de Aldeas Infantiles SOS está profundamente afligida por la muerte de la Hermana Leonella Sgorbati, quien consagró su vida a las labores humanitarias y trabajo de desarrollo en África. Durante los últimos cuatro años, y a pesar de la peligrosa situación de Somalia, la religiosa trabajó sin descanso en el establecimiento y puesta en funcionamiento de la escuela de enfermería de la Aldea Infantil SOS de Mogadiscio, que ofrece a la gente joven la oportunidad de realizar un curso de enfermería," declaró Helmut Kutin, presidente de SOS-Kinderdorf International."

[...]

La Hermana Leonella estudió la carrera de Enfermería en el Reino Unido y en 1970 fue a Nairobi como miembro de la congregación Consolata. Trabajó en el Hospital Madari, en Nyeri y en el Hospital Nazareth, en Nairobi; y fue la directora de la Escuela de Enfermería de Nkubu, antes de trasladarse a Mogadiscio para establecer otra escuela de enfermería y un programa de formación de enfermería de cuatro años en el hospital SOS. Este programa entró en funcionamiento en abril de 2002, y desde entonces era su directora. El primer grupo de estudiantes acaba de finalizar los cuatro años de formación del programa. Según las hermanas de su congregación en Nairobi, la Hermana Leonella era una persona muy sociable que tenía un talento especial para la comunicación, especialmente con sus estudiantes.

Nota de prensa completa.

Hace unos dias, nos lamentabamos por el asesinato de la periodista rusa Anna Politkóvskaya. Nos lamentabamos porque pensabamos que era una persona que buscaba la verdad sabiendo que podía costarle la vida, que luchaba por un mundo mas justo igual que nos gustaría hacer a nosotros si no fueramos tan cobardes y perezosos.

Es facil sentir aprecio por Anna y lamentar su muerte (y está bien hacerlo), pero es muy dificil sentir la muerte de Leonella, porque no sabemos nada de ella. Ni de ella ni de las miles de personas que, como ella, dan la vida por una causa justa sin que nadie se entere ni nadie hable de ello. De Leonella, al menos hablan algunas páginas cercanas a las misiones, incluso alguna noticia de agencia. El 99% restante no tiene esa suerte.

Desde aqui mi pequeño homenaje a la vida de todas las Leonellas del mundo. Mi homenaje en especial a algunas de ellas, que no son mejores que las demás pero si inolvidables para mi por lo que significó en mi vida y en mi manera de entender el mundo encontrarme con ellas.

Dicen que las últimas palabras de Leonella, mientras se desangraba, fueron "los perdono, los perdono". Puede parecer un invento para engrandecer su figura, y estoy seguro de que es eso lo que yo habría pensado si mi vida hubiera sido diferente. Pero no lo ha sido y creo que es absolutamente cierto.

Descansen en paz.