4.6.06

Cronica de la tercera sentada por una vivienda digna en Madrid

Bueno, parece que por fin tengo el tiempo suficiente para escribir la crónica, menos mal, porque si llego a tardar un poco mas se me junta con la de la cuarta sentada que esta tarde :P

Ese domingo no pude estar a las 19:00, pero mantuve contacto telefónico con gente que si estuvo allí. Según me contaron, no había mucha gente, y al contrario que en la segunda sentada, que de sentada tuvo poco, los que estaban allí estaban efectivamente sentados. Buenas noticias para mi, que apostaba por el modelo inmovilista de la concentración para evitar incidentes.

El tiempo pasa, y va llegando gente poco a poco. Yo llego allí a eso de las 20:00 (lo que suele ser la hora punta), y me encuentro con un grupo bastante majo. Ya no hay nadie sentado. Creo que hay mas gente que el domingo pasado a esa misma hora. El ambiente está bastante parao, nadie corea nada, la gente habla en grupitos. Busco caras conocidas del domingo anterior, y no las encuentro. Busco grupitos agresivos o con “pintas”, nada. Busco a los dos punkis a los que vi tirar una litrona el domingo anterior, tampoco. Parece que nos hemos quedado los mas aburridos.

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Así estaba Sol cuando llegué

Me doy un paseo para comprobar el estado de las salidas de la plaza, y, como era de esperar, este es el mismo que el domingo anterior. Todas las salidas cortadas. Las ordenes deben ser las mismas.

Sin embargo la gente se comporta muy diferente, el recuerdo de las cargas del domingo anterior es fresco, y nadie se acerca a las barreras policiales. Los policías parecen no esperar movimiento pues no llevan puestos los cascos ni van equipados. (aunque tienen las lecheras bien cerquita).

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Hora punta en Sol

Pasa el tiempo sin ninguna novedad y empieza a circular el mensaje de reunirse a las 21:00 en Banco de España. Esta vez consigo enterarme porque me lo dicen unos amigos que había allí. Se que eso significa detenidos y palizas. Me lo pienso y decido adelantarme al grupo para poder grabar la recepción que la policía dará al grupo (El domingo anterior fue el momento de mas bronca). Comienzan un trenecito “caña caña caña a las nueve en Banco de España”.

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Ale, pa Banco de España, por si alguien no se ha enterado.

El cordón policial que protege la carrera de San Jerónimo es meramente simbólico, por allí pasa todo el mundo. Decido ir por allí para seguir un camino diferente al que tomará el resto de la gente y tener una perspectiva mejor cuando el grupo llegue a Cibeles. La gente va desapareciendo poco a poco de Sol, tengo que darme prisa.

Entre la puerta del Sol y la Plaza de Canalejas me encuentro con otro cordón policial listo para ser desplegado. ¿Qué hacen allí? ¿Refuerzos por si se acumula mucha gente en el cordón de sol? ¿otro cordón por si la masa enloquecida rebasa el primero por la fuerza? Ni idea, sigo caminando a toda leche.

Llego al congreso. Otro cordón policial misterioso. Además, aquí han llenado las aceras de vallas amarillas de esas tipo obra, pero con el escudo de la policía. Había muchísimas, dos filas de ellas a lo largo de toda la acera. Se quedarían en su sitio hasta que las recogieran para llevárselas de vuelta al cuartel porque por allí no iba a pasar nadie.

En fin sigo con mi carrera hacia Cibeles, esperando no llegar demasiado tarde. En Neptuno no encuentro presencia policial. Sigo hacia Cibeles. Justo antes de llegar me encuentro con algo de marcha. Un coche parado y cuatro policías pidiendo la documentación al conductor. Es un chaval joven, con “pintas”, aunque no muchas. Su acompañante sin embargo parece algo mas mayor, una tia con un llamativo vestido de esos que enseñan casi todo el muslo cuando levantas la pierna, y con unos collares enormes. Están los dos visiblemente molestos, pero colaboran. Mi instinto de reportero dicharachero (ese que no acierta ni una) me aconseja que me pare y observe. Quiero darle una oportunidad, así que lo hago. Nadie repara en mi, están muy ocupados con lo suyo.

El chaval está de mal humor, pero es respetuoso. No entiende la actitud policial “no entiendo porque me hacéis esto” “esto no es normal”, etc. De repente, uno de los policías (parece mas joven que los demás) se separa del grupo, se le acerca, le grita “Oye a mi no te me pongas chulito eh, no te me pongas chulito” y le da un empujón con una mano en el pecho que le hace perder el equilibrio. En ese momento la tía que está con él empieza a gritar “¡dame tu número de placa! ¡dame tu número de placa ahora mismo! ¡¿Quién coño te crees que eres?! ¡te vas a quedar sin placa! ¡no sabeis con quien estáis hablando! Voy a llamar al ministro, voy a llamar al ministro inmediatamente…” (saca el móvil del bolso)

Doy las gracias a mi instinto por haberme aconsejado bien esta vez y disfruto del espectáculo. La tia sigue enfadadísima, repite una y otra vez lo del número de placa. Al final no llama al ministro. Los otros policías que se encuentran alli intentan calmarla, hablan de que le ha faltado al respeto, ella dice que eso es mentira, etc. El policía del empujón se pone rojo como un tomate. Empieza a caminar nervioso “¡No te vas a ir sin darme tu número de placa! ¡Te vas a quedar sin placa!” Al final van a hablar con el que se supone que es el mando superior de los que están allí. Giran la esquina hasta la puerta de Banco de España y allí sigo yo con ellos. Siguen sin darse cuenta de que estoy allí.

La tía se encara a “jefe” “¡este tío le acaba de pegar un empujón a mi novio porque le ha dado la gana!” El policía responde: “Me ha faltado al respeto” “¡Eso es mentira, no te ha faltado al respeto, os creéis que por tener una pistola podéis hacer lo que os sale de los cojones, quiero el número de placa de este señor porque se va a quedar sin placa!” Se acerca al policía y le señala con el dedo “¡Te vas a quedar sin placa, ¿me oyes?!”

Ya lo creo que le oye. Creo que tiene los ojos llorosos. Desde luego está visiblemente alterado. Le miro bien. Quiero estar lejos de ese tipo cuando haya follón.

Sigue con el mismo rollo y al final, ante mi sorpresa, apunta el número de placa del policía. Alucino. No dejo de pensar en que si fuera peor vestida y tuviera algunos años menos estaría ya en un furgón con mas palos encima que una estera.

Se marcha, sigue furiosa: Grita mi frase favorita de todas las que dijo: “¡Se murió hace treinta años! ¡Se murió hace treinta años!”

Sin que se note mucho, me acerco a ella por un lado mientras se dirige hacia el coche. “Perdona” le digo, me mira con muy malos humos. Le digo que lo he visto todo, que si quiere mi número de móvil para ser testigo en caso de que denuncie. “Pues claro que voy a denunciar, ese cabrón se va a quedar sin placa” “no quiero tu teléfono”. Yo pienso que peor para ella, que será su palabra contra la del policía.

En fin, sigo en Banco de España y allí no hay nadie. ¿Se habrá rajado la gente? ¿estarán en otro sitio? Oigo algunos gritos mas arriba, veo que baja gente enfadada y gritando a la policía. Preparo la cámara y voy para allá.

Me encuentro con el grupo, que sigue bajando hacia la puerta del Banco, y se para a la altura de la salida del paso subterráneo. Les pregunto que ha pasado. Me dicen que una chica había sacado una foto con un móvil de lo que había pasado hace un momento (la tía del dame el número de placa), y que la policía se lo intento quitar. Ella se lo lanzó a un chico que salió corriendo y la policía fue a por el, lo tiraron al suelo y lo apalearon. Que la chica fue tras el para ayudarle y la tiraron al suelo de un tirón del pelo. Que los estaban deteniendo a los dos. Que la chica no hacía mas que decir que aquello era una detención ilegal. Que habían intentado acercarse a ellos para apuntar sus nombres y que la policía les había echado. Que eran unos hijos de puta. Que siguen allí mismo esposados.

Me muevo para verlos. En la distancia los veo. Dos chavales en el suelo. Hay mucha policía alrededor. Sube mas policía, algunos bajan. Veo al poli de antes, el del empujón, es de los que bajan. Sigue con los ojos rojos y apuesto a que ahora esta algo mas desahogado.

Se que es el momento de grabar. Los chicos siguen en el suelo. Se acercan mas policías e intentan moverlos. No pueden. Tienen las manos esposadas a la espalda y les intentan levantar tirando de los brazos hacia arriba. Eso duele un huevo. Sigo sin sacar la cámara. Sigue subiendo policía . Miro hacia atrás, a la puerta de Banco de España. Hay mas policías que gente. Hay movimiento, parece que se están contando lo que acaba de pasar.

Fotografía de Edu Leon

Analizo la situación. A la chica le habían intentado quitar el móvil por sacar una foto del incidente de antes. Lo habían hecho porque la tía de los collares tenía un número de placa y había amenazado con denunciar y la foto podía ser una prueba. La cámara seguía en el bolsillo.

El tiempo avanza muy despacio. Los chicos siguen en el suelo. Los iban a acusar de alguna barbaridad que no habían hecho, igual que hicieron con los detenidos de la segunda sentada. Están ahí mismo. Creo que debo sacar la cámara y grabar, pero no me atrevo. Tengo la total certeza de que si soy descubierto grabando iba a correr la misma suerte que las personas que estaban en el suelo. Pienso en mi familia, en mi novia y en mi trabajo. La policía sigue por allí, hablan por el walkie, algunos están agitados.

Hablo con la gente del grupo que me acababa de contar lo que había pasado. Les digo que hay que encontrar a las familias y ofrecernos como testigos (cada cual de lo que hubiera visto). Me dicen que si. Vuelvo a asomarme, siguen en el suelo.

Miro a mi alrededor. No parezco un manifestante. Saco la cámara intentando que no me vean. Nadie se fija en mi. Varios policías pasan por mi lado, pero su atención está en otra parte. Consigo grabar algo. Los chavales ya no están. Guardo la cámara. Me sudan las manos.

Sigo en el grupo de antes, nos vamos de allí a la zona de jardines enfrente de Cibeles camino a neptuno. Hablamos de la situación. Nos damos los móviles y les digo que intentaré encontrar a las familias por Internet. Lo veo difícil, porque pienso que los detenidos no eran manifestantes y no sabrán de que va la cosa, que no van a entrar en Internet.

Va pasando el tiempo, y la policía en Cibeles esta cada vez de mas mala leche. Conozco a mas gente, entre ellos al chaval de esta foto, que ha venido con su madre. La presencia de una persona mayor convierte ese grupo en el mas seguro, así que me quedo con ellos.

Allí sigue sin aparecer nadie. La policía disuelve todos los grupos que encuentra (de cinco o diez personas como mucho), les dice que “aquí no se puede estar”, que “circulen”. Mala leche, insultos, piden el DNI a todo el mundo, sobre todo a los que tienen cámaras. Un grupo de antidisturbios equipados con sus cascos y sus porras se dirige hacia nosotros, éramos un grupo de unos 10 que estábamos en la parada del autobús de Cibeles. Les digo que nos vayamos de allí porque nos van a pegar. La madre del chico de la foto me dice que porque nos van a pegar si no estamos haciendo nada. Afortunadamente su hijo opina como yo y nos movemos. Los antidisturbios se dan la vuelta y se van.

Así pasa el tiempo. Al final nos vamos. Alguien dice que tiene noticias de movida en Lavapies, así que bajamos charlando hasta allí. En Lavapies no pasa nada, asi que me voy a casa y me meto en Internet. Nadie sabe lo de los detenidos en Cibeles, asi que doy la primicia. Lo digo en el wiki y creo este post. Mando correos electrónicos. Me acuesto bastante tarde, pensando en los que pasarán la noche fuera de casa.

En fin hasta aquí la historia que viví el domingo pasado. Prácticamente parece una novela, prometo que no tenia pensado escribir tanto.

El día siguiente me entere de que lo gordo no había sido en Cibeles, donde a la gente simplemente se le había cerrado el paso, sino que fue mas tarde en Cava Baja, donde la policía fue de caza a conseguir los seis detenidos que le faltaban. Encerraron a la gente tapando las entradas y las salidas y cundió el pánico. Se intentaron refugiar en los bares. La policía entró a saco y detuvo a dedo “Tu, al furgón”. Si el domingo pasado estaba jodido por no haber podido estar en el momento de máximo follón, esta vez lo agradezco. Si quieres leer mas historias y opiniones, lee los comentarios de este post.

De los seis detenidos en Cava Baja (que con los de Cibeles sumaban nueve, es decir el mismo número que el domingo anterior), uno se escapó en un momento de despiste cuando aún no estaba esposado (ole tus cojones, y menos mal que no te pillaron en la huida, porque habrías acabado en el hospital), por lo que tenemos ocho detenidos. Uno menos que el domingo anterior, pero por casualidad.

Recibo muchos emails, hablo con mucha gente por teléfono. Conozco los detalles, me implico personalmente con la gente. El mismo lunes hablo con una persona que ha sido detenida en Cava Baja. Por la noche ya hablo con los de Cibeles. El martes nos conocemos, el jueves conozco a varios de los otros. Cuanto mas conozco, mas me asusto. Me leen la denuncia de la policía acerca de las detenciones de Cibeles. Es la cosa mas espeluznante que me han leído jamás.

Y no puedo contar mucho mas, pues al contrario de lo que yo pensaba, hacer publicas ciertas cosas puede perjudicar mas que beneficiar a las personas detenidas, y obviamente ellos son ahora la prioridad.

Si puedo decir, sin embargo, que mereció la pena sudar las manos.



Fotos de Edu Leon
Video 1
Video 2
Video 3 (este no sale en la crónica)
Video 4

1 Comments:

Blogger Alxemi said...

Off-Topic Total, ¿Alguien sabe si es posible en Blogger poner en la portada solo parte de la historia y poner un enlace "leer mas" que apunte a la pagina completa de la historia? Llevo tiempo dandole vueltas y no hay manera, asi evitaría estos chorizos en la portada.

4/6/06 16:32  

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