30.8.07

Viva la muerte en Televisión

Artículo de Javier Perez de Albeniz en eldescodificador

¡Viva la muerte!

Tienen razón los que piensan que la televisión es el medio de comunicación más vivo que existe. Ayer, sin ir más lejos, Telecinco retransmitió en directo el funeral de la hermana de Julián Muñoz ('Está pasando'). Antes habían hecho un espléndido doblete en 'Aquí hay tomate', con dos directos más, desde el tanatorio de San Martín de Valdeiglesias, donde descansaba el cadáver de la mujer, y desde el cementerio de San Fernando, donde fue incinerado el futbolista Antonio Puerta. Por la noche, TVE se subió al coche fúnebre: contraprogramó el documental sobre Lady Di 'Diana: testigos en el túnel', de Antena 3, con un especial realizado a toda pastilla: 'Antonio Puerta, Sevillista hasta la muerte'.

Una jornada negra, qué duda cabe. Y es que no había visto semejante culto televisivo a la muerte desde el estreno de 'A dos metros bajo tierra', serie ahora enterrada en las madrugadas de La 2. Y es que lo de TVE —les recuerdo: la televisión pública española— merece un comentario aparte...

Canal Sur arrasó la noche del martes, superando el 40% de 'share' con un especial sobre Antonio Puerta. En TVE vieron la luz: ¿Qué mejor broche de oro para la noche del miércoles, después de un Barça-Inter, que un 'Antonio Puerta, sevillista hasta la muerte'. Así las cosas, convirtieron el partido en un constante recuerdo al jugador fallecido, y lógicamente en una obsesiva promoción del especial posterior.

Un especial que fue, simplemente, lamentable. Por excesivo, morboso, efectista y populachero: un montaje con las imágenes del entierro que se habían visto a lo largo del día, seguido de una crónica del drama vivido y un perfil del jugador. Todo acompañado por un guión lacrimógeno, por los cánticos futboleros del público adaptados a la tragedia, por la mayor colección de tópicos lúgubres y detalles mórbidos que puedan imaginar.

Lo raro es que TVE, siendo como es la televisión pública española (no lo olviden), no haya reaccionado con la misma agilidad para homenajear, por ejemplo, a los también recientemente fallecidos Emma Penella o Francisco Umbral. Aunque hubiese sido algo breve, a las cuatro de la mañana y en La 2.

Seguramente será porque Penella y Umbral han palmado en la madurez, y tras dedicar sus vidas a labores tan aburridas e intrascendentes como el teatro y la literatura. Lo de Puerta es otra cosa: era futbolista, ha muerto joven y en directo, ha dejado un hermoso cadáver y una viuda embarazada de ocho meses. El sueño de la moderna televisión, carne fresca para programas en descomposición, vitaminas para informativos que sueñan con el liderazgo, el empujoncito que necesita el pueblo para crear un ídolo. Y para poner en marcha los resortes de ese folclore mortuorio callejero al que los españoles somos tan aficionados.

En Telecinco, por lo menos, trabajan a cara descubierta: no llevan máscaras de servicio público. Y pasan sin ningún pudor del cementerio donde han incinerado al futbolista a la más cutre de las recomendaciones publicitarias: "Cambiamos de tema...", dice con soltura la buena de Francine Gálvez, periodista reconvertida en basurera, "...¿has notado que el pantalón no te cabe, que estás como hinchada? Compra Ritenil, que favorece la eliminación normal de líquidos".