Periodistas secuestrados y pescadores tiroteados
Una última observación al margen, que de ninguna manera intenta opacar la importancia de la liberación de los periodistas de la Fox.
En la primera hora de la rueda de prensa, mientras pasaban políticos y miembros de las fuerzas de seguridad para explicar, sin dar datos concretos ni esclarecedores, cómo se había conseguido terminar con el secuestro, justo frente al hotel, como ha sucedido en días anteriores, una patrullera israelí abría fuego contra pescadores palestinos que, desesperados, tras cincuenta días de embargo, se hacen a la mar empujados por el hambre y la falta de recursos.
Si bien un par de camarógrafos se acercaron a las ventanas para captar imágenes de la agresión de la patrullera, la gran mayoría permaneció indiferente.
Esto me hizo reflexionar en primer lugar sobre cómo los periodistas tendemos en general a cubrir la información de forma uniforme, casi sin fisuras o excepciones, dejando poco lugar para hechos que se salen de la agenda establecida.
Después, sobre el distinto valor que damos al sufrimiento de unos y otros, dependiendo del lugar donde hayan nacido o de su condición social. Casi nada se ha escrito de los barcos hundidos en los últimos días, o de los pescadores heridos bajo fuego israelí, cuando lo único que intentan es trabajar.
A todas luces, esto es un error. Si no escuchamos a los que sufren la guerra, el hambre, la marginación, muy difícil nos va a resultar conseguir el estímulo para luchar de forma decidida contra estos problemas. Y el conflicto armado del Líbano podría ser un buen ejemplo. El espacio que se ha dado en las últimos días a retratar el padecer de la población civil es apenas ínfimo en comparación con la avalancha de declaraciones oficiales de presidentes, ministros, y diplomáticos, tantas veces insustanciales y predecibles.
Curiosamente, fue sobre lo que habló Anita McNaught: "Nosotros estamos muy felices en este momento. Pero aquí en Gaza hay gente que está padeciendo enormes sufrimientos. No debemos olvidarnos de ellos".
De más está decir que, cuando terminó la rueda de prensa, todos los periodistas salieron corriendo detrás del coche de la Fox, y luego se fueron a sus oficinas a mandar la información mientras los pescadores continuaban su ignorada lucha en el mar.
¡Gracias Hernán por tu trabajo y por tu blog!
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